Antes de nada tienes que saber que las fragancias están creadas de tal manera que puedan difundir progresivamente sus notas. Un perfume muy azucarado al primer chorro puede por ejemplo convertirse en más suave después de algunas horas. Es solo porque sus notas de fondo se revelan.
Un mismo perfume huele de manera distinta según la persona que lo lleve. La razón es porque la piel es “viva”. Genera calor, suda y posee su propia acidez. Estos factores y algunos otros elementos tal como las hormonas, los tratamientos medicinales que tienes que tomar, el humo y el calor alteran los olores y hacen que percibirás de manera distinta las aromas de tu perfume. A la hora de valorar tu perfume y su duración, ten siempre en cuenta que nos acostumbramos siempre al olor de nuestra fragancia. Es la razón por la cual muchas veces, parece que no llevas nada después de algunas horas.
Como solución y para intensificar el olor de tu perfume o hacer que perdure más en el tiempo, te proponemos hacer lo siguiente.
-Vaporízatelo sin abusar también en tu cabello. El pelo absorbe bien los olores (por eso después de una fiesta, tu pelo huele como un cenicero aunque no hayas fumado). Es un buen truco pero no te lo aconsejamos si utilizas productos capilares muy perfumados.
-Échatelo sobre tus prendas de vestir. Es aún mejor si se trata de telas gruesas sobre las cuales se fijan mejor los olores. Usando este truco, podrías mancharte la ropa. Puedes hacerlo solo si se trata de una fragancia de color clara y si se trata de prendas oscuras.
-Hidrata tu piel con una crema sin fragancia justo antes de poner tu fragancia. Los olores se fijan mejor en pieles hidratadas.
-Perfuma los puntos estratégicos de tu cuerpo donde el calor natural acentúa las aromas del perfume tal como el pecho, las muñecas, el cuello y detrás de las orejas.
Esperemos que puedas, a partir de ahora, disfrutar de tu fragancia sin tener que vaciar una botella entera o echártela cada 10 minutos.